Para aprovechar el poco espacio del que se dispone en este cuarto de baño, se optó por colocar una puerta corredera. Con una puerta de apertura normal quedaría muy poco hueco hasta el mueble de baño, por lo que en este tipo de situaciones, una puerta estándar sería muy incómoda.
Para instalar este tipo de puerta, hubo que recurrir a una carpintería para su fabricación y colocación. En puertas correderas hay dos tipos de puertas:
- Puertas correderas vistas: Este sistema es el más sencillo y económico; consta simplemente de una barra superior, que se fija a la pared y sobre la cual se sujeta la puerta que debe ir provista de rodamientos que van a la vista. Este tipo de montaje se puede adquirir en un kit en cualquier gran superficie dedicada al bricolaje.
- Puertas correderas ocultas: Es el tipo de puerta que se introduce en un hueco de la pared cuando se abre. Este sistema es muy discreto, pero requiere que el tabique en el cual se coloque la puerta sea hueco. Suele venir un kit de montaje que se instala en el interior de la pared y posteriormente se acudiría a un profesional para la instalación de la puerta.
