Este es el resultado de la decoración del recibidor. Un diseño minimalista con el que se trata de dar funcionalidad a una entrada de reducidas dimensiones, en la que tenemos el blanco como color predominante que nos aporta luminosidad, combinado con un color naranja que aporta alegría y sensación de calidez en el ambiente, sin llegar a ser un color agreviso, como puede ser el rojo.

Con este diseño creamos un ambiente elegante y con gran luminosidad consiguiendo al mismo tiempo, que el recibidor se muestre es su máxima amplitud, manteniendo un equilibro entre lo saturado y lo demasiado vacío.

El recibidor es fiel reflejo de la decoración del resto del hogar, en la que predominará el blanco combinado con un color distinto para cada estancia, sin que se vean mezclados por otros colores, evitando la cacofonía de elementos de redundancia visual

Además de intentar evitar la saturación de mobiliario, se buscó una funcionalidad y comodidad en el día a día y un ambiente pulcro, suprimiendo la creación de espacios innecesarios que lleguen a perturbar el orden del recibidor.
